Qué suerte que es chico mi pueblo Las gentes ni saben que existe. Se esconde trepando a la sierra Perdido y solito allá lejos. Las cercas, blancas madreselvas Los ranchos de paja y adobe, El verde del álamo alto Y el sauce que besa la tierra. Estribillo Qué pocos conocen el canto Del agüita clara del arroyo Que corre en las hondas quebradas Trayendo el frescor de lo alto. Muy pronto se cierran y callan Absurdos los anchos caminos. Sobre una ramada una piedra O a gatas la sombra de un tala. Que nunca encuentren sus senderos Los pasos de gentes de afuera, Es nuestro el olor del poleo, El tomillo, el azahar y la menta.