Póngale el hombro, m'hijito, despercúdase, Luchito, no se quede, Fernandito, tan lejano y calladito. - ¡Claro que no, pué'! Las señoras dan ejemplo, los chiquillos bien contentos de partir cada domingo a apoyar el nuevo intento. Por el norte, centro y sur va la máquina girando, cuántos brazos desafiando al esfuerzo necesario, los domingos solidarios del trabajo voluntario. Póngale el hombro, m'hijito, si hasta la televisión encontró bella razón y salió por la nación alegrando a los chilenos que encontraron un consuelo trabajando bajo el cielo. Póngale el hombro, m'hijito, que el trabajo es medicina, deje ya las aspirinas que las cortinas son finas para ver los resultados del esfuerzo desplegado; aunque bien terremoteado el cobre es recuperado, a pesar de los pesares nuestro Chile está salvado.