Robaré en la florería una rosa colorada, Te esperaré como siempre bajo el farol; Llegarás a medianoche despeinada, arrebolada, Me darás un beso largo y me pedirás perdón. Te diré que no me importa, yo te quiero como antes, Te perdono cada instante de tu traición. Sólo quiero que aparezcas y volvamos al pasado, A esta esquina de mi vida con la rosa y el farol. En el estaño sagrado vomité ya mis pecados, De tu abrazo y de tu aliento no me queda ni el olor. Te recuerdo adormecida, los cachetes colorados, Eso es todo lo que tengo, y una rosa y un farol. Te esperé como un soldado, como un auto abandonado; Te esperé hasta que la noche se destiñó. Cuando amagó la mañana fumé el cuarto cigarrillo, Lo pisé como con rabia cuando se apagó el farol.