En tu vientre de mujer He sembrado una semilla pues me siento labrador Y tendido a tu costado vigilante y protector Voy cuidando que el capullo se haga flor Ocho lunas al pasar Han crecido en tu cintura y tu cuerpo guardara Con su frágil envoltura la simiente del amor El regalo más preciado que hace Dios Con desvelo de paciente labrador De la lluvia y de los vientos cuidare Cuando llegue el día aquel En que nazca el nuevo ser Mil palomas a los cielos soltare