Él tocaba el piano mientras yo tomaba té la ventana abierta de par en par como si nadie fuera a robarnos de un grito tanta dicha. Una melodía trepaba por la pared era casi un templo en espera de Dios nuestra casa, nuestra linda casa tan alta como un cielo. Azul era nuestro color afuera en mil pedazos revienta la ciudad mi amor, me gusta esa canción enciende una llamita roja en medio de mis pechos. Marfil, un lecho de marfil dónde descansan tibias tus manos siempre inquietas mi amor, un beso para vos mi alma está bailando de puntillas en el aire. Él tocaba el piano y yo cantaba de pie los cuerpos abiertos de par en par como si nadie fuera a robarnos de un soplo tanta dicha.