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Martín Estrada Contreras
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un tahúr profesional
lo respetaba la gente
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porque jugaba legal
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era pa' todos derecho
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sabía perder o ganar.

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Pero una joven hermosa
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le llegó al corazón
él la conviete en su esposa
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ante el altar del Señor
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es para él una rosa
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de su jardín linda flor.

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Al pueblo llegó un fulano
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con Martín vino a jugar
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pero Martín perdió todo
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ya no tenía que apostar.

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Si quieres mirar mis cartas
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tienes que pagar por ver
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Martín contesta sereno
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te apostaré mi mujer
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tenía una mano segura
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sabía que no iba a perder.

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Se destaparon cuatro ases
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se sintió Martín morir
del juego así son las leyes
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hay que aprender a sufrir
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tenía un pokar de reyes
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no había ni qué discutir.

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Martín salió como un rayo
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y en dos horas regresó
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su esposa iba a su lado
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todo en silencio quedó.

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'Pa' mí las deudas del juego
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son siempre deudas de honor,
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te entrego lo que más quiero
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pero te la entrego muerta,
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aunque me destroce el alma
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de sentimiento y dolor.'

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Se oyeron dos fogonazos
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de dos balas expansivas
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primero máto a su amada
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después se quitó la vida.